El Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta una ola de críticas internas debido a las recientes modificaciones en sus estatutos, aprobadas el pasado 7 de julio.
Estos cambios no solo permiten la reelección de Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano en la dirigencia hasta 2022, sino que también abren la puerta a la contracción de más deuda.
Dulce María Sauri, exdirigente del PRI y una de las pocas voces críticas dentro del partido, ha alertado sobre las implicaciones de estas modificaciones.
Cambios alarmantes dentro del Priísmo.
Entre los cambios aprobados, se incluye la facilitación para la enajenación de bienes del partido y la adquisición de nuevas deudas, lo que podría poner en riesgo el patrimonio del PRI.
Sauri destacó que aún quedan bienes valiosos dentro del PRI que podrían ser vendidos por Moreno y Viggiano, mencionando específicamente el edificio en Insurgentes y Buenavista, que alberga la sede nacional del partido.
Este inmueble, descrito como una «gran manzana», junto con la Casa del Pueblo en Mérida, son activos significativos que podrían ser liquidados para obtener recursos.
Entre los posibles inmuebles a vender, se encuentra la sede del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRI y el edificio conocido como «Cubo de Colosio» en Hidalgo, gestionado por Carolina Viggiano.
Sauri subrayó que la sede tricolor podría ser vendida, aprovechando que el inmueble está vacío y que la dirigencia actual tiene control total sobre los recursos del partido en Hidalgo.
Alejandro Moreno Cárdenas ya había intentado avanzar en esta dirección anteriormente, solicitando un avalúo del edificio de La Fragua en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México, otro activo importante del PRI.
La prolongación de sus mandatos, la designación de candidatos en diversas elecciones, y la autoasignación de puestos plurinominales son acciones que tanto Moreno Cárdenas como Viggiano han llevado a cabo sin titubear, haciendo oídos sordos a las críticas tanto internas como externas del PRI.
Esta situación ha generado una creciente preocupación entre los militantes del PRI sobre el futuro del partido y su patrimonio.