México solicita a las Naciones Unidas intervenir para detener el tráfico internacional de armas

En la lucha contra la violencia, México destaca su capacidad de acción y seguridad, enfatizando la prioridad de la paz sobre la economía armamentista. Además de las acciones implementadas como servicios sociales para combatir las raíces de la violencia, demostrando un compromiso firme con la pacificación nacional.

 

En la reciente Cuarta Cumbre de jefes de Policía de Naciones Unidas (Unicops), México hizo un llamado urgente para establecer medidas de prevención de violencias y atender el tráfico internacional de armas de fuego. La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, enfatizó la necesidad de frenar el fortalecimiento de grupos delictivos a través de la producción de armas.

 

Rodríguez Velázquez, quien también coordina el Gabinete de Seguridad, destacó durante la sesión en Nueva York, que México tiene la capacidad política, de inteligencia operativa y presencia de seguridad para actuar contra los criminales. Sin embargo, subrayó que la economía de las fábricas armadoras no debería prevalecer sobre la seguridad de la nación.

 

La titular de la SSPC informó que México está abordando las causas que generan la violencia, proporcionando servicios sociales universales, incluyendo pensiones para 12 millones de adultos mayores y más de un millón de personas con discapacidad.

 

El objetivo es mejorar las condiciones de vida de la población y asegurar que nadie se quede sin alimento.

 

UN GOBIERNO DE ACCIONES

Además, Rodríguez Velázquez destacó que las acciones del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han logrado una reducción significativa en casi todos los delitos del fuero federal y fuero común.

 

Los secuestros disminuyeron en un 70%, los robos en un 30%, el robo de vehículos en un 47%, el robo de hidrocarburos en un 94% y el homicidio en un 19%.

 

Finalmente, la secretaria Rodríguez Valázquez reafirmó el compromiso de México con la pacificación y el objetivo de detener los ataques entre grupos criminales. Sin embargo, advirtió que esto no será posible mientras la industria armamentista continúe proporcionando ilícitamente armas de fuego de alto poder a organizaciones criminales mexicanas a cambio de dinero.