México aumentó el número de concesiones para el uso del agua

Activistas aseguran que la Comisión Nacional del Agua (Conagua) no está preparada para enfrentar la crisis hídrica que afecta a tres cuartas partes del territorio nacional. Ya que hay cerca de 2 mil concesiones de agua que, fueron establecidas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

 

En los últimos 28 años, el número de concesiones de agua en México ha aumentado significativamente, pasando de 2 mil en 1992 a 514 mil en 20201. Sin embargo, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y la Ley de Aguas Nacionales (LAN) vigente no están preparadas para enfrentar la crisis hídrica que afecta a tres cuartas partes del territorio nacional.

 

Estas instituciones fueron establecidas durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, pero su enfoque actual trata el agua como una mercancía en lugar de un recurso vital.

 

La falta de medición adecuada del flujo de agua y la sobreexplotación de acuíferos son problemas graves. Además, la Conagua ha estado influenciada por intereses corporativos, lo que ha obstaculizado los cambios estructurales necesarios. La transparencia en el sistema de concesiones y la democratización esperada no se han materializado.

AL BORDE DEL COLAPSO

 

Elena Burns, miembro de la Coordinadora Nacional Agua para Todos, advierte que estamos en camino hacia un colapso. La falta de inspectores, presupuesto y personal en la Conagua dificulta la protección de nuestro patrimonio hídrico.

 

Las estaciones hidrométricas han sido abandonadas, y no se mide adecuadamente el agua superficial y subterránea. Los lagos y presas se están secando, y la Conagua no ha emitido alertas.

 

Las aguas subterráneas y superficiales están sobreconcesionadas, y bajo la LAN, los derechos de agua se tratan como propiedad. Además, la falta de inspección en las concesiones de descarga y la ausencia de una política clara para el saneamiento y la restauración ecohidrológica han llevado a la contaminación de ríos, arroyos, canales y embalses, afectando gravemente la salud humana.

 

La situación es crítica, y es urgente que se apruebe la ley general de aguas para priorizar el derecho humano al agua y al medio ambiente.