México se posiciona como líder en derechos humanos al abolir las terapias de conversión, alineándose con la ONU y marcando un precedente global. Este acto legislativo refleja el respeto a la diversidad y la igualdad.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha aplaudido a México por su decisión pionera de prohibir las terapias de conversión, un gran paso adelante en la defensa de los derechos humanos. Estas prácticas, que intentan alterar la orientación sexual o la identidad de género de las personas, han sido condenadas por la comunidad internacional por sus efectos perjudiciales.
Con la reciente resolución del Senado de la República, México reforma leyes clave para proteger a sus ciudadanos de estas intervenciones, calificadas por la ONU como formas de tortura y graves violaciones a los derechos humanos.
Las terapias de conversión, arraigadas en ciertas creencias religiosas y culturales, han causado daños irreparables tanto a la salud mental como física de los afectados.
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— ONU México (@ONUMX) June 12, 2024
EL PROGRESO DE MÉXICO
Antonio Molpeceres, representante de la ONU en México, ha destacado esta medida como un modelo a seguir a nivel mundial, enfatizando la necesidad de fomentar el respeto y la igualdad para todos, sin importar su orientación sexual o identidad de género.
La prohibición se alinea con los principios fundamentales de los derechos humanos y con la lucha internacional para eliminar estas prácticas nocivas.
Gracias al esfuerzo incansable de organizaciones de derechos humanos y activistas mexicanos, que han enfrentado oposición de diversos sectores, se ha logrado un cambio legislativo histórico.
Este logro refleja el compromiso del gobierno y la sociedad civil de México con la protección de los derechos de la comunidad LGBTQ+.
La ley no solo prohíbe estas terapias, sino que también impone sanciones severas a quienes las promuevan, impartan o financien, enviando un mensaje contundente de cero tolerancias. México se une así a la tendencia global de erradicar las terapias de conversión, siguiendo los pasos de países como Alemania, Canadá y varios estados de Estados Unidos que ya han implementado legislaciones similares.
La decisión de México de prohibir las terapias de conversión es un hito trascendental en la lucha por los derechos humanos y marca un avance significativo en la protección de la comunidad LGBTQ+ contra la discriminación y el abuso.