Miembros activos de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) han tomado las calles de la capital mexicana, manifestando su determinación por obtener respuestas a sus demandas educativas y laborales.
Representantes de la Comisión Nacional Única de Negociación (CNUN) de la CNTE se han reunido con funcionarios de la Secretaría de Gobernación (Segob), buscando justicia para colegas afectados por conflictos sociales y exigiendo reformas en la legislación educativa actual.
Los docentes expresan su frustración ante promesas incumplidas, citando la similitud entre las leyes educativas de los gobiernos de López Obrador y Peña Nieto. Resaltan la urgencia de reinstalar a maestros cesados y de otorgar plazas justas a normalistas, libres de la influencia política estatal.
La CNTE denuncia la precaria situación de docentes y administrativos eventuales, quienes enfrentan años sin recibir sueldo y una falta de regularización en sus funciones.
Asimismo, critican duramente la calidad del servicio médico del ISSSTE y se exige la federalización de la nómina para garantizar condiciones laborales equitativas.
Al igual los maestros solicitan la provisión de uniformes, calzado, útiles escolares, desayunadores y becas para todos los estudiantes de educación básica, instando a que estos apoyos sean legislados y garantizados por ley.
A pesar de encuentros con el presidente Andrés Manuel López Obrador, la CNTE ha iniciado un paro desde el 15 de mayo, coincidiendo con el Día del Maestro, estableciendo un plantón en el Zócalo como señal de descontento con el gobierno actual.
Aunque se anunció un aumento del 10% en el salario de los docentes federalizados, líderes sindicales como Pedro Hernández califican la medida como insuficiente y no representativa de la realidad económica que enfrentan los maestros con plazas iniciales