Lamentablemente, en el barrio Fuencarral de Madrid, España, fue encontrado el cuerpo sin vida de una mujer de 77 años, lo impresionante es que estaba semi devorado. Los causantes, sus gatos.
El cuerpo fue hallado aproximadamente tres meses luego de fallecido
Las sospechas surgieron luego de que sus vecinos llamaran a la puerta de su casa algunas veces, extrañados de que no la habían vuelto a ver ni en las inmediaciones del edificio ni en los mercados cercanos, a los que solía ir para buscar comida. También salía para alimentar a los gatos callejeros.
Sin embargo, pensaron que podía estar enferma e, incluso, que se había contagiado de coronavirus. Por eso, cuando una de las vecinas tuvo que acudir a un hospital cercano, preguntó por ella y le informaron que doña Clara Inés no estaba ingresada en el nosocomio.
Lo que reveló la sorpresa fue la cantidad excesiva de moscas y el hedor insoportable que comenzó a sentir uno de los vecinos lo que llevó a otra de las personas del edificio a llamar a la policía. Aunque el mal olor no era extraño, porque a veces sus siete gatos y la comida que llevaba lo producían.
Los agentes de la comisaría de Fuencarral acudieron al edificio y encontraron el cuerpo de la mujer en avanzado estado de descomposición y medio comido por los gatos, cinco de los cuales también habían muerto. A los dos supervivientes, que están en mal estado de salud, los trasladaron al Centro de Protección Animal.
Doña Clara Inés Tobón no estaba casada ni tenía hijos. Vivía sin compañía desde 1996 en ese apartamento del Instituto de Vivienda de Madrid (IVIMA), organismo estatal que protege a personas en riesgo de exclusión social.
El cuerpo de doña Clara está ahora en el Instituto de Medicina Legal, donde se le realizará una autopsia para determinar las causas de su muerte.
Con información de El Universal