El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, justificó el jueves su elección de conceder una entrevista a la periodista rusa Inna Afinogenova de Canal Red, la plataforma en YouTube del exlíder del partido Podemos en España, Pablo Iglesias.
Esto surge en medio de críticas que acusan a la entrevista de promover “propaganda”.
Durante su conferencia matutina, el mandatario se mofó de aquellos que cuestionaron su decisión de brindar su primera entrevista en cuatro años, y una de las pocas durante su sexenio, a Afinogenova, a quien acusan de simpatizar con el presidente ruso, Vladímir Putin.
En sus declaraciones, López Obrador hizo referencia a la entrevista transmitida el martes con Afinogenova, quien ha sido señalada de difundir propaganda rusa en español durante su tiempo en RT o Russia Today, medio público del Estado ruso al que renunció tras la invasión rusa a Ucrania en 2022.
El presidente, quien ha expresado afinidad con Iglesias, defendió la entrevista criticando a los medios convencionales de siempre, que pertenecen a las mafias del poder económico o del poder político en el mundo.
“Ustedes saben cuánto cuesta posicionarse cuando se hace periodismo independiente, por ese hecho, por ser muy buena periodista, por ser un medio independiente, pequeño, pero objetivo, profesional, contrario a los medios convencionales, decido darle una entrevista a ella, como un reconocimiento a esos medios”, sostuvo.
En la entrevista, que duró más de 2 horas, López Obrador reiteró los temas habituales de sus conferencias diarias, incluyendo la defensa de su honestidad, su apoyo a los menos favorecidos y su lucha contra la corrupción.
La periodista también le planteó preguntas sobre los ataques que, según ella, recibe de la prensa, y le consultó sobre la existencia de una supuesta silla embrujada en el Palacio Nacional.
Frente a las críticas por no conceder entrevistas a la prensa crítica, el presidente mexicano argumentó que otros medios, a los que se refirió como “estos periódicos famosos” y “las grandes cadenas de televisión”, están “muy controlados y vinculados a las agencias del Gobierno de Estados Unidos”.
