Por tercera vez desde el inicio de los combates el 7 de octubre, Estados Unidos ha vetado una resolución respaldada por naciones árabes en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la cual buscaba un cese inmediato de las hostilidades en el conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza.
En la votación del Consejo de Seguridad, conformado por 15 miembros, 13 votaron a favor y uno en contra, con la abstención de Reino Unido.
El veto estadounidense fue anunciado previamente por la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, quien expresó su preocupación de que la resolución podría poner en peligro las conversaciones en curso entre Estados Unidos, Egipto, Israel y Qatar, que buscan lograr un cese al fuego y la liberación de los rehenes en Gaza.
El embajador de Argelia ante la ONU, Amar Bendjama, instó al Consejo a respaldar la resolución, argumentando que votar en contra sería respaldar la violencia brutal y el castigo colectivo infligido a los palestinos.
Por otro lado, Thomas-Greenfield destacó que la resolución propuesta podría entorpecer las delicadas negociaciones en curso y abogó por un enfoque que ayudara a facilitar un acuerdo duradero.
Estados Unidos, en lugar de respaldar la resolución argelina, ha presentado su propia propuesta que aboga por un alto el fuego temporal en Gaza, basado en la liberación de todos los rehenes, y solicita la eliminación de las barreras para la prestación de ayuda humanitaria.
Este cambio en la postura estadounidense refleja las palabras recientes del presidente Joe Biden durante sus conversaciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
La resolución argelina vetada por Estados Unidos no condicionaba el alto al fuego a la liberación de los rehenes, sino que exigía separadamente el cese de las hostilidades y la liberación inmediata e incondicional de los cautivos.