Gobierno de El Salvador derriba el monumento a la reconciliación

El gobierno de El Salvador ha procedido a la demolición del monumento a la Reconciliación, un ícono que simbolizaba el cierre de la devastadora guerra civil que tuvo lugar entre 1980 y 1992.  El presidente Nayib Bukele calificó la estructura como antiestética y una apología de los acuerdos entre fuerzas políticas.

 

A pesar de encontrarse actualmente fuera de sus funciones debido a su candidatura para la reelección, Bukele expresó su apoyo a la demolición de lo que él denominó “el supuesto monumento a la reconciliación”.

 

 

Señalándolo como un símbolo que cuestionaba los acuerdos de paz de 1992, representando un pacto entre ex guerrilleros y militares que, según él, no benefició a los salvadoreños.

 

En sus críticas, Bukele destacó que el monumento no solo era visualmente desagradable, sino que también glorificaba un pacto entre quienes él considera responsables de actos atroces contra el pueblo salvadoreño, para repartirse el poder.

 

El monumento consistía en tres estatuas de bronce, dos de siete metros que representaban a una excombatiente guerrillera y a un militar en traje de fatiga, desarmados y con las manos entrelazadas, liberando palomas de aluminio. 

 

Estas estatuas simbolizaban los bandos enfrentados en el conflicto pasado. La tercera estatua, de 12 metros, representaba a una madre con los brazos extendidos, portando un anillo en su dedo derecho que simbolizaba el compromiso de la sociedad de vivir en paz.

 

Bukele despidió el monumento con un mensaje en redes sociales: “Adiós, muñeca azul, y todo lo que representabas”.

 

 

Romeo Rodríguez, ministro de Obras Públicas, anunció la construcción de una ruta peatonal de 2,5 km como parte de “la nueva paz y la nueva seguridad que viven todos los salvadoreños”, en respuesta a la lucha contra las pandillas liderada por Bukele.

 

Es relevante recordar que, bajo la mediación de la ONU, el gobierno de derecha y la entonces guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN, izquierda) firmaron los acuerdos que pusieron fin a la guerra civil el 16 de enero de 1992. 

 

 

Este conflicto dejó más de 75,000 muertos, 7,000 desaparecidos y considerables pérdidas económicas. 

 

El monumento a la Reconciliación fue inaugurado en 2017, a la orilla de una autopista en el oeste de San Salvador, conmemorando el 25 aniversario del fin del conflicto, durante el gobierno del FMLN.