Iztapalapa, realidad que trasciende la utopía

Por Fadlala Akabani Hneide *

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Hoy, Iztapalapa atraviesa una suerte de momento excepcional en su historia, pues de haber sido tradicionalmente una demarcación marginada al oriente de la capital, pasó a ser ni más ni menos que la alcaldía de la que emana la candidatura de la 4T para el Gobierno de la Ciudad de México, gracias a un gobierno local exitoso y, por supuesto a la mujer que lo ha encabezado desde 2018, Clara Brugada.

 

 

Fundada por los culhuas (uno de los 12 pueblos originarios de la alcaldía) como asentamiento humano entre la falda norte del Cerro de la Estrella y la ribera del lago de Texcoco, su historia es previa, incluso a la propia Tenochtitlán, pues el asentamiento más longevo tiene al menos nueve mil años de antigüedad bajo el nombre de Aztahuacán, que a la fecha es también otro pueblo originario de Iztapalapa. Geográfica, histórica y culturalmente, el peso y aportación de Iztapalapa es innegable para la CdMx, pues durante los tiempos del Imperio Azteca fue en el Huizachtepetl (nombre oficial del Cerro de la Estrella) que se llevaba a cabo la ceremonia del Fuego Nuevo y da lugar al Monte Gólgota en la afamada Pasión de Cristo de Iztapalapa, práctica que nació con una procesión de iztapalapenses en los primeros años del México independiente y hoy es patrimonio cultural intangible de la Ciudad de México.

 

Tras la independencia de España, Iztapalapa formó parte del Estado de México hasta la creación del Distrito Federal (1824) que creció incorporando a éste y otros territorios bajo la jurisdicción de la capital del país.

 

Situada a 14 kilómetros del centro de la CdMx, Iztapalapa fue tradicionalmente una delegación en el abandono, donde se decidió usar grandes espacios como tiraderos de basura al aire libre, causando impacto ambiental y social profundo que estuvo acompañado de servicios públicos deficientes y escasa planeación urbana, derivando en condiciones socioeconómicas menos favorables en comparación al resto de la capital. La desigualdad, pues, poco tiene que ver el desarrollo humano en las colonias del poniente en colindancia con Benito Juárez y Coyoacán que espacios menos favorecidos como la llamada zona roja que colinda con el Estado de México.

 

Son muchas las formas en las que desde la alcaldía y desde la Jefatura de Gobierno se han y se siguen impulsando iniciativas para llevar la Cuarta Transformación al suroriente de nuestra ciudad, pues somos conscientes de esa desigualdad que aún impera no sólo, pero especialmente al suroriente de la CdMx, concretamente en Iztapalapa. Y es que subsanar los rezagos históricos, no es trabajo sencillo ni rápido, requiere tiempo, pues precisamente se está construyendo historia, una historia diferente.

 

Un ejemplo insigne del trabajo realizado es el Parque Cuitláhuac; un espacio que fue un basurero, foco del detrimento urbano y espacio que alentaba conductas delictivas dentro de él y en el entorno circundante, pues sobre lo que llegó a ser el mayor vertedero de basura en todo el país, hoy se tiene un espacio público que presta servicios ambientales; de vanguardia, moderno, con instalaciones de la más alta calidad para el desarrollo de actividades recreativas como las áreas de juego infantil y el kartódromo, deportivas como el campo de béisbol y artísticas como los salones de danza en los que la niñez iztapalapense tiene la oportunidad de formarse en actividades como el ballet.

 

Solamente la confluencia entre la solidez a nivel científico de Claudia Sheinbaum y la experiencia en economía circular de Clara Brugada fue capaz de producir una singularidad económico-ambiental como hecho constructivo en una gran obra pública; tal cual, que la mayor parte de los materiales empleados para erigir el nuevo parque (90%), fueron manufacturados mediante procesos de reciclaje, desde el adoquín por el que caminan los paseantes hasta los postes de luz que les alumbran el andar.

 

Ambientalismo, economía y política pública en confluencia para lograr el mayor bienestar social al menor costo posible y resarcir el daño al medio ambiente. El parque Cuitláhuac y sus 150 hectáreas, lo convierten no sólo en el segundo parque público más grande de la CdMx, después del Bosque de Chapultepec, sino además en un acto de justicia social que lo han vuelto el Chapultepec del suroriente de la capital del país.

 

 

Iztapalapa es no sólo es la alcaldía más poblada de la Ciudad de México, para dimensionar la trascendencia de su población (un millón 840 mil habitantes), sino también la segunda demarcación más poblada de todo el país, sólo por detrás de Tijuana y su millón 930 mil habitantes; es también la alcaldía más diversa y compleja de la capital del país, y orgullosamente representa el mejor ejemplo de un gobierno local de Morena en todo el país, pues su administración supo trabajar en armonía con las políticas del Gobierno de la Ciudad de México y del gobierno de México en favor de sus habitantes.

 

Iztapalapa es el mejor ejemplo de que es posible reescribir una nueva historia cuando se ejerce el poder público para servir a los que menos tienen: para todos, todo.

 

 

 

 


 

*Secretario de Desarrollo Económico de la Ciudad de México