En el inicio de su tercera visita al estado de México desde que Delfina Gómez asumió la gubernatura en septiembre pasado, el presidente afirmó que la continuidad en el gobierno asegura la permanencia de todos los programas sociales, elevándolos al rango constitucional.
Esto implica que dichos programas se conviertan en derechos del pueblo, eliminando la posibilidad de que cualquier futuro gobernante pueda suprimirlos.
«Yo ya me voy porque ya se me vence mi periodo en nueve meses, pero les puedo asegurar que va a continuar la transformación . . . voy a entregar la banda presidencial a quién va a saber darle continuidad y va a seguir con este programa de transformación en beneficio del pueblo.».
López Obrador destacó que, al mantener la continuidad, se respaldan cinco compromisos fundamentales: mantener la premisa de que «por el bien de todos, primero los pobres»; prevenir el desvío de fondos presupuestarios; favorecer a quienes tienen menos; abogar por la razón y el derecho en lugar de recurrir a la fuerza; y preservar la conexión cercana con la población.
El mandatario reconoció un pendiente importante: asegurar un sistema de salud sólido con presencia de médicos y especialistas, disponibilidad de medicamentos, estudios y cirugías, todo de forma gratuita, ya que considera que la salud no debe ser un privilegio, sino un derecho.
Antes de concluir su mandato, se comprometió a dejar establecido un sistema de salud pública, desestimando las dudas de sus adversarios.
Posteriormente, resaltó las obras clave en su gobierno que están por inaugurarse o ya están en funcionamiento, incluyendo el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, el aeropuerto de Tulum y el Tren Maya, entre otras.
En este contexto, comparó las obras en México con las realizadas en China, indicando que aunque este país asiático tiene renombre por sus grandes proyectos, considera que en México se llevan a cabo obras de mayor calidad.
