Por José García Sánchez
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La Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la organiza desde 1987 la Universidad Autónoma de Guadalajara, maternidad de los Tecos, grupo de ultraderecha con registro histórico en actos vandálicos es innumerable, que van desde el asesinato hasta el sabotaje.
En el libro La ultraderecha en México, su autora Mónica Uribe señala: “Las universidades católicas que se han distinguido por formar cuadros de ultraderecha son la Universidad Panamericana, del Opus Dei; las Universidades Autónoma de Guadalajara y del Valle de Atemajac, ambas vinculadas al clero diocesano de Jalisco; la Universidad Anáhuac y sus ramificaciones en Yucatán, Oaxaca y Nuevo León, de los Legionarios de Cristo; la Universidad Simón Bolívar, entre otras. Caso aparte es la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, creada como respuesta a la infiltración comunista de la universidad pública de la entidad”
Por su parte, Manuel Buendía en su libro “La Ultraderecha en México”, reproduce una columna de El Día, del 31 de mayo de 1976. Donde señala: “La Universidad Autónoma de Guadalajara es, sin embargo, uno de los mayores centros fascistas de América Latina y el mundo. En este continente es probable que sólo en Argentina, Brasil, Uruguay, Paraguay y Chile existen centros más numerosos y organizados. Ni siquiera en Estados Unidos se tiene conocimiento de que en una sola universidad el fascismo haya podido concentrar tal membresía, organización y agresividad”.
Lo dicho por el Presidente acerca de la República en la conferencia matutina, respecto a que la Feria Internacional del Libro es un reducto fifí es noticia vieja. La feria es el lado amable de las actividades de esa universidad, que debe tener una fachada de educación, cultura y civilidad.
Desde luego que, tratándose de libros, la pluralidad debe ser evidente, no puede discriminarse algún autor o tema porque sería evidente su filiación; sin embargo, la influencia del gobernador Enrique Alfaro en su organización logró que el libro de Ricardo Ravelo, “El amo de Jalisco. Un gobierno con estructura criminal”, no se presentara en la feria.
Sólo por mencionar anécdotas de esta feria 2023, en Guadalajara, si este evento no fuera organizado por la derecha, el texto no se hubiera prohibido su venta en todo el estado de Jalisco, porque en él se da cuenta de la impunidad, en la entidad, ha permitido que crezca el Cártel Jalisco Nueva Generación, quien utiliza a la Policía estatal como brazo armado, abre nuevas rutas para el tráfico de droga y hace negocios al amparo del poder.
El autor responsabiliza a la feria de no permitir el ingreso del libro para su venta dentro de Expo Guadalajara.
La Feria Internacional del Libro de Guadalajara fue el espacio ideal para que se cobijara un espacio donde se recaudaran firmas en apoyo a la candidatura del ultraderechista Eduardo Verástegui a la Presidencia de la República del país. De no haber posibles simpatizantes entre los asistentes a esa exposición literaria, hubieran escogido otro lugar y otro tiempo, pero sabían que ahí eran bienvenidos.
La FIL fie el lugar idóneo para dar a conocer el segundo libro de Elena Chávez, “El Gran corruptor”, libro de testimonios anónimos, cuyo contenido se convierte en un dogma de fe, ante la carencia total de pruebas y evidencias. Así como la fe es creer en lo que no se ve, pues ella aprovecha esta tradición espiritual para irrumpir en la feria, que es como su casa, para atacar al gobierno con más imaginación que veracidad.
Hay mucho de qué hablar de la FIL, de la UAG y de Los Tecos. Son escenarios de un mismo autor, títeres de la misma mano que mueve los hilos a todos ellos.