Hace 35 años que ocurrió el desastre nuclear más grande de la historia: la explosión del rector de la Central Nuclear de Chernobyl y aunque se creía que la zona ya no podía volver a activarse, recientemente se descubrió que los restos se están calentando.
Un equipo de científicos publicó en la revista «Science» que uno de los sótanos de Chernobyl registró un inusual incremento en su actividad nuclear, despertando las alarmas por una fisión nuclear.
Luego de que pasara el accidente nuclear, especialistas señalaron que tardarían hasta 100 años para que el sarcófago que guarda los restos del reactor número tres dejen de emanar radicación.
Sin embargo, otra zona de la Central Nuclear podría haber estado «cargando energía» en todos estos años sin que las científicos lo hubieran detectado.
Ahora, los expertos comenzarán a hacer estudios en los límites de la zona segura de Chernobyl para determinar si hay riesgo de una nueva explosión que terminaría con los accesos permitidos.
De hecho, se desconoce cuáles serían los efectos de una nueva explosión nuclear en los restos de Chernobyl, ya que aún no se sabe qué está ocasionando el calentamiento y la actividad radioactiva en el sótano.
Con información de Muy Interesante, Excélsior y Milenio.