Geert Wilders, líder del Partido por la Libertad (PVV) y recién elegido presidente de los Países Bajos con mayoría absoluta, ha expresado fuertes críticas hacia Turquía y su aspiración de unirse a la Unión Europea.
La contundente e inesperada victoria del Partido de la Libertad holandés (PVV) en las recientes elecciones legislativas ha puesto en el foco de atención de toda Europa a su presidente y fundador, Wilders, así como a su plataforma electoral centrada en temas de inmigración e islam.
El programa del PVV propone medidas como la prohibición de mezquitas y escuelas musulmanas, la limitación de la difusión del Corán y la propaganda islámica, junto con una restricción inmediata de la inmigración en los Países Bajos. Además, se plantea la posibilidad de un referéndum sobre la salida de la Unión Europea y la suspensión de toda ayuda a Ucrania.
La victoria del PVV representa un contratiempo significativo e inesperado para Europa, ya que sus propuestas chocan directamente con la dirección política predominante en la región. Wilders, conocido por sus posturas controvertidas, comentó el día de su elección: «Hemos importado un monstruo a Europa y ese monstruo se llama islam».
Considerado uno de los políticos más polémicos de Europa, Wilders ha cargado duramente contra el islam y Turquía en sus últimas declaraciones:
«(Los turcos) No son europeos y nunca lo serán. Todos los valores que Europa representa: libertad, democracia, derechos humanos, son incompatibles con el islam … aunque existan musulmanes moderados, no hay islam moderado»
Argumentando que el islam representa violencia y es incompatible con la libertad. En sus palabras:
«El Islam no es una religión; se disfraza de religión; es un sistema totalitario que quiere apoderarse del mundo»
