Por José García Sánchez
X: @Josangasa3
Antes de que iniciara este sexenio la toma de las calles era adoptada como la última instancia para presionar al gobierno en busca de la solución a los problemas que interesan resolver los manifestantes; ahora, es al revés. Desde la llegada de López Obrador a la Presidencia de la República, la manifestación callejera es la primera opción de la protesta.
Anteriormente, es decir, ante de diciembre de 2018, las protestas sociales no contaban con el apoyo de los medios de información. al contrario, cuando llegaban a anunciar una manifestación lo hacían haciendo alusión al tráfico que provocaban pero no a la causa de la inconformidad expresada.
Ahora, las protestas tienen todo el apoyo de los medios de información convencionales, donde lo de menos es provocar un caos vial, sino que lo que sobresale como información es la causa de la protesta, aunque dicha movilización sea de seis personas, como ha sucedido en muchas ocasiones.
Desde esa fecha la oposición ha trabajado para los medios, ha financiado marchas, ha organizado plantones, ha cerrado carreteras, antes de solicitar la solución de los problemas que les afectan por las vías legales. Así, muestra que nadie que pertenezca a los partidos de derecha que son no sólo los del Frente Amplio por México, sino que el otro que anda suelto también lo es, es la convocatoria a las calles donde hubo expresiones públicas grandes, medianas y chicas.
Las más importantes no fueron de la oposición, debemos notar que en la defensa del INE los colores de los partidos que integran los colores de los partidos opositores, –azul, rojo, amarillo y naranja—fueron sustituidos por el rosa.
El color rosa en las manifestaciones es característico de los movimientos de derecha en buena parte del mundo, en México aprovecharon esta consigna para que hubiera más gente a la marcha, en nombre de la sociedad civil, porque muchos de los asistentes no hubieran asistido si el color de las playeras fuera de cualquiera de estos antes mencionados.
En los viajes por carretera, donde la derecha tanto se quejó de retenes del Ejército, incluso llegó a denunciar, en un alarde de exageración, que había retenes fijos del narcotráfico en algunos caminos del norte del país, en lugares definitivos, de pronto se encontraban grupos de una docena de personas que protestaban porque no tenían agua, o por la desaparición de un borracho, o porque había inseguridad en los caminos, o por los baches, etc. Puede tratarse de problemas reales, pero esas demandas nunca se convirtieron en petición al gobierno por los medios naturales para obtenerlo sino que la oposición, principalmente el PAN, utilizaba esa inconformidad y en lugar de asesorarlos para que exigieran sus derechos en los lugares adecuados, cerraban las carreteras.
Una de las muchas ventajas que tendrá la llegada de los trenes de pasajeros es que la gente que utiliza los camiones terrestres de transporte, ya no tendría el problema del cierre de carreteras por expresiones de inconformidad basadas en fantasías o consignas mal encaminados. Sabemos que la actual oposición seguirá siendo oposición por muchos años debido a este tipo de acciones que sólo perjudican a la población.
La oposición muestra con estas actitudes y otras muchas, como está dispuesta siempre a sustituir las vías legales por los medios para alcanzar sus fines. Es decir, en resumidas cuentas la gran frase de la derecha es el fin justifica los medios (de información), que, en realidad, su práctica no tiene justificación.
