La administración del presidente, Andrés Manuel López Obrador, está dispuesta a pagar 700 millones de pesos para adquirir la marca de Mexicana de Aviación y otros activos de la extinta compañía para entregarlos a la nueva aerolínea operada por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Sin embargo, el monto que ofrece el gobierno del Estado no cumple con el adeudo que arrastra Mexicana de Aviación, ya que los sindicatos firmaron un laudo para terminar la relación con la empresa a cambio de 4 años de liquidación y dos de salarios caídos, lo que representa cerca de 8 mil millones de pesos.
Los participantes en las negociaciones con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social están de acuerdo en vender la marca al gobierno para conseguir liquidez; sin embargo, algunos señalan que el diálogo no contempla el fonde del problema, lo que implicaría una intervención contra el grupo de accionistas que fragmentaron la empresa y la llevaron a la quiebra en 2010.
De concretarse la compra, la nueva aerolínea tendría el derecho de llamarse Mexicana de Aviación, pero no tendrá nada que ver con la anterior y sería una filial más en el holding Grupo Aeroportuario, Ferroviario y de Servicios Auxiliares Olmeca-Maya-Mexica, SA de CV, que fue creado para que la Sedena administrara cinco aeropuertos, el Tren Maya y hoteles en la Rivera Maya.
De acuerdo con el abogado Joaquín Ortega, quien desde hace una década acompaña a 600 jubilados adscritos al Sindicato Nacional de Trabajadores de Transportes, Transformación, Aviación y Servicios Similares, destacó que al gobierno no le corresponde pagar las deudas de Mexicana de Aviación, sino a los responsables de la quiebra.
Con información de Proceso
Foto: Facebook (Mexicana de Aviación)
