Lamentable lo que se vivió en Irak, pues una, presunta explosión de un tanque de oxígeno en el área de cuidados intensivos del área Covid-19, dejó al menos 80 muertos y más de un centenar de heridos, así como la suspensión del cargo inmediato al ministro de Salud.
Fue el fin de semana pasado, cuando en el hospital Ibn Al-Khatib, en Bagdad, fue el escenario de un incendio masivo, en el que los familiares de los pacientes contagiados por el mortal virus los salvaron de las llamas, aunque, lamentablemente no todos contaron con la misma suerte.
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Al igual que los y las familiares, el Ejército y los servicios de Emergencia de Irak se movilizaron para contener las llamas y rescatar a los pacientes internados en este hospital, que lamentablemente dejó un saldo de más cien personas heridas y 82 muertos.
Tras lo sucedido, el gobierno de Irak investiga este caso, mismo que ha generado el descontento popular, pues señala que se trata de una negligencia que involucra el deficiente sistema de salud público y la corrupción que han complicado la respuesta de las autoridades.
Todo comenzó porque unos tanques de oxígeno no estaban resguardados con las medidas de seguridad necesarias y la explosión desencadenó el incendio, que se extendió por el hospital de Bagdad.
A causa de los hechos y la presión de los ciudadanos, el primer ministro de Irak suspendió al ministro de Salud, Hasan Tamimi, para que coopere con la investigación al igual que otros funcionarios de Salud.
Con información de Sopitas y DW.