Una más que particular y discutida historia le ha dado la vuelta a las redes sociales durante las últimas horas. Si bien ocurrió el año pasado, hasta hace poco la protagonista quiso «romper el silencio» y contó los detalles de un alumbramiento singular.
Stephenie Taylor, de 33 años, estaba ansiosa por tener un segundo bebé, pero no quería relaciones ni ningún tipo de vínculo con otra persona.
La mujer sopesó la opción más viable: la inseminación artificial. Sin embargo, en los centros médicos especializados le cobraban hasta mil 600 euros, unos 37 mil 500 pesos, según el diario ‘Daily Star’.
Taylor, quien ya había tenido un hijo cinco años atrás, decidió conseguir un donante de esperma por medio de la aplicación ‘Just a Baby’, que se encarga de unir a personas que quieran ‘hacer’ un bebé de cualquier forma posible: con métodos naturales, con inseminación, donando esperma u óvulos o con vientres subrogados.
Stephanie, entonces, se aferró al internet como su mejor aliado y se encaminó a tener un bebé sola.
Ante la imposibilidad de pagar los gastos necesarios para la inseminación con especialistas, decidió llevar a cabo el procedimiento por su cuenta.
Compró un kit de inseminación y realizó el proceso siguiendo los pasos que le daban algunos tutoriales de YouTube.
Dos semanas después, en un viaje en la playa con su familia, empezó a sentirse mal. Comenzó a vomitar y a tener los primeros síntomas de embarazo. Tras ello, decidió comprar una prueba.
Obtuvo el resultado que quería: estaba esperando un bebé.
Stephanie dio a luz, el 5 de octubre de 2020, a una niña llamada Eden, pero recientemente decidió revelar la forma en la que nació.
Con información de Twitter, RT y Sputnik.