Dos explosiones devastadoras, catalogadas como un acto terrorista, ocurrieron cerca de un cementerio en Irán, durante una ceremonia conmemorativa que recordaba el cuarto aniversario del asesinato del entonces máximo comandante del país, Qasem Soleimani, en 2020.
Babak Yektaparast, portavoz del servicio de emergencia de Irán, confirmó la cifra de víctimas en declaraciones a los medios estatales, el suceso tuvo lugar en la ciudad de Kerman, a unos 820 kilómetros al sureste de Teherán, cerca de la tumba del general Qasem Soleimani.
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Las autoridades informaron que al menos 103 personas perdieron la vida y otras 140 resultaron heridas en el ataque.
Durante la ceremonia, se produjo una primera explosión seguida de otra, generando pánico entre los asistentes. Se presume que las detonaciones fueron provocadas por dos bolsas cargadas con explosivos que fueron activadas a control remoto.
El ministro del Interior iraní, Ahmad Vahidi, condenó el ataque y prometió una «respuesta aplastante» contra los culpables.
Vahidi indicó que estos ataques con bombas forman parte de un plan más amplio para atentar contra la vida de civiles inocentes en ceremonias públicas en todo el país, destacando los esfuerzos de los servicios de seguridad para prevenir tales acciones.
Además de las víctimas mortales, se registraron numerosos heridos, algunos de ellos en estado crítico, según informaron los servicios médicos citados por la televisión iraní PressTV.
La cifra de fallecidos podría aumentar debido a la gravedad de los heridos que están siendo trasladados a hospitales de la ciudad.
Las imágenes difundidas por la televisión estatal mostraron a los rescatistas de la Media Luna Roja atendiendo a los heridos en medio de la tragedia.
Reza Fallah, jefe de la Media Luna Roja de la provincia de Kerman, señaló que los equipos de respuesta rápida estaban evacuando a los heridos, pero se enfrentaban a obstáculos debido a las multitudes que bloqueaban las carreteras.
